Somos mucho más que consumidores de alimentos.

Somos mucho más que consumidores de alimentos...

Somos organismos energéticos, antenas vivas conectadas a una red invisible que lo envuelve todo

Aunque desde pequeños nos enseñaron que nos alimentamos solo por lo que entra por la boca, la realidad es que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma se nutren de fuentes múltiples, sutiles y poderosas.

El alimento es apenas una capa superficial de nutrición. Respiramos no solo oxígeno, sino también prana, chi, energía vital que está impregnada en el aire.

A través de la luz solar absorbemos información, vibración, código.

Nuestros ojos y nuestra piel no solo ven o sienten: traducen frecuencias.

Y lo más profundo de todo, aunque menos comprendido, es que también nos nutrimos de energía cósmica directa, esa sustancia invisible que proviene del origen mismo del universo y que atraviesa dimensiones, pensamientos y átomos.

Nuestra conciencia es el canal. La intención es el interruptor.

Si vives dormido, desconectado, creyendo que eres solo carne y necesidades físicas, estarás limitado al alimento denso.

Pero si despiertas, si respiras con presencia, si tomas el sol como un ritual sagrado, si te conectas con la tierra descalzo, si meditas y abres tus sentidos internos, comenzarás a recibir nutrición desde planos que antes parecían fantasía.

Cada emoción que sentimos también afecta este proceso: el miedo bloquea, la gratitud expande.

Así como los árboles absorben luz para crear vida, nosotros también podemos hacerlo. No somos esclavos de la materia, somos cuerpos de luz olvidando que lo son.

El cuerpo físico es solo una terminal. La energía entra desde la mente, desde el alma, desde lo invisible.

Quien logra comprender esto, no solo cambia su dieta… cambia su existencia.

Amor y Gratitud

Jenny & Klau

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ELIGE no tener MIEDO